Escondites a la fresca ideales para ir con los peques de la casa

Los últimos veranos están siendo muy calurosos y con muy pocos días de lluvia, eso nos hace disfrutar mucho más de nuestras montañas, aunque durante las horas de más calor dónde mejor se está es dándonos un baño en una poza o en algún lugar que este fresquito. Por eso, hemos buscado un par de rincones por los que pasear, unos senderos sencillos, ideales para hacer con niños y en los que no nos va a dar apenas el sol.

El primero de ellos es la ruta conocida como Línea P, un recorrido muy ameno que parte desde el parking de Santa Elena. Una vez aparcado el coche, comenzamos a caminar en dirección la ermita de Santa Elena, cuando llegamos a la barrera, nos giramos hacia la izquierda y nos vamos hasta el tablón informativo donde podemos leer un poco de información sobre la Línea Defensiva de los Pirineos. Allí comienza la ruta que nos llevará hasta las pozas de Polituara.

Una vez pasada la Vía Ferrata de Santa Elena nos adentramos en el bosque que nos sorprenderá con un airecito fresco proporcionado por la cantidad de abedules, pinos y hayas que nos rodean. El sendero es muy entretenido porque iremos encontrando unos paneles informativos sobre flora, en los que leer curiosidades sobre la vegetación que nos rodea. También, nos toparemos con varios bunkers que están señalizados, en los que peques y mayores  podrán adentrarse y aprender sobre estos refugios construidos en los años cuarenta.

Pasaremos sobre un puente que cruza una cascada y dos pequeños barrancos de agua que nos refrescan conforme los atravesamos. Además en este sendero hay que estar con los ojos bien abiertos, pues estamos rodeados de plantas endémicas como la Corona de rey, la Oreja de oso o la Grasilla. Y si vamos en silencio y muy atentos, incluso podemos ver algún corzo. Por este camino llegaremos a Polituara y una vez allí tendremos la opción de seguir hasta Hoz de Jaca o bien darnos un baño en las pozas que encontraremos nada más llegar y disfrutar así de este rincón con tanto encanto. El regreso se hace por la misma senda.

¿Os habéis quedado con ganas de descubrir otro rincón para pasar mejor estos días de calor? Pues entonces nos vamos hasta la localidad de El Pueyo de Jaca, donde aparcaremos el coche y nos dirigiremos a pie caminando hacia Hoz de Jaca. Cruzaremos el puente sobre el río Caldarés y una vez allí giramos a la izquierda para adentrarnos en el Camino de las Palizas que une esta localidad con Panticosa. Un sendero de cuento, que nos transportará a la niñez y a esos paisajes tan especiales que vemos en las películas de Walt Disney. ¡Bienvenidos a uno de los caminos más bellos de nuestra comarca!

Tras ascender unos cinco minutos, mientras observamos las paredes que tenemos a nuestra izquierda en la que habita el Buitre leonado, el Aguila real, el Alimoche o el Quebrantahuesos, nos adentramos en el bosque dónde nos reciben un montón de fresas silvestres rodeadas de musgo que vemos por todas partes, lo que ya nos hace pensar que va a ser un camino muy fresco. Conforme vamos caminando el panorama cada vez es más mágico, los boges están por todos lados y son enormes. Hay una parte del recorrido en la que realmente tendréis la sensación de estar en una fábula.

Más adelante, siguiendo el sonido del agua se llega al barranco de Yanel, en dónde habita la Rana pirenaica y el Tritón pirenaico o guardafuentes, como le llamamos los de aquí. Pasado este tramo observaremos muchas clases de orquídeas y llegaremos a un gran puente de madera sobre el Caldarés. Cuando lo pasemos veremos una señal que pone “Sendero de la Acequia”, que tendremos que coger para volver de nuevo al Pueyo de Jaca. Este camino se adentra de nuevo por el bosque y además tiene unos paneles expositivos sobre la fauna en los que peques y mayores aprenderán un montón de curiosidades.

Más o menos a mitad del recorrido al llegar al río hay que pasar un trocito agarrados a una sirga donde ni siquiera vuestros pequeños aventureros tendrán ninguna dificultad para atravesarlo. Este sendero igual que el de Las Palizas, es muy fresco porque casi no entra el sol y además tiene varios robles centenarios que os van a dejar boquiabiertos. Continuáis hasta el final y llegaréis de nuevo al Pueyo de Jaca.

Los dos senderos están perfectamente señalizados y no tienen ninguna dificultad, así que si queréis esconderos del calor y además descubrir unos rinconcitos con mucho encanto, ¡adelante! te esperamos por el Alto Gállego.

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