Los Ibones de Anayet, un clásico de Los Pirineos. Aunque quizás muchos de vosotros todavía no habéis experimentado las sensaciones que este lugar produce en quien lo visita. Llegar hasta este rincón requiere un poco de esfuerzo que bien se ve recompensado al ver el maravilloso paraje en el que se encuentran.
Podéis aparcar en el parking de Anayet, también conocido como Corral de las Mulas y desde allí se asciende los primeros 20 minutos por pista asfaltada hasta las instalaciones de Aramón donde ya cogeréis el sendero. Tras un par de horas caminando y salvar un desnivel de 600 metros, llegaréis a los ibones.
Aunque estar arriba es maravilloso esta excursión hará las delicias de todos los amantes de los paisajes únicos. Durante el recorrido disfrutaréis de muchas razones que os harán creer en la magia de la naturaleza. No debéis perderos cosas como:
Una vez lleguéis arriba no encontraréis el momento de bajar porque se está tan bien, tan tranquilo y absolutamente relajado que es una de las grandes experiencias que podéis vivir en nuestro territorio y que os recomendamos que probéis.
Si os animáis, podéis bajar realizando el mismo trayecto o bien explorar un camino que os va a llevar hasta el Parking de Portalet desde el que disfrutaréis de unas vistas maravillosas del Valle de Tena y además os encontraréis con otra de nuestras joyas escondidas, el Ibón de Espelunciecha.
¿Te animas a sentir la magia de los Ibones de Anayet?