Cada rincón del Alto Gállego es una historia viva. Hoy recorremos alguno de los puentes más visitados y fotografías de la comarca.

En la puerta del Valle de Tena encontramos el PUENTE DE SANTA ELENA, comunicando la carretera con el antiguo camino que sube a Biescas por la margen izquierda del río.

Anteriormente existió un puente de madera construido en 1534, en el manuscrito denominado Libro de toda la Bal de Tena, en el que también se estipulan las condiciones de su mantenimiento. Allí dice que se juntaron «los lugares de Bual, Pietrafita e Saqués en el prado que está junto a la puente dicha de los Canonges enta la parte dicha del campo de sant Martín».

Este dato, presente en un documento con abundantes rasgos lingüísticos aragoneses, permite además ubicar el desaparecido y poco documentado monasterio de San Martín de la Esclosura, que se situaría en el llano junto al puente, donde hoy se encuentra un zoque.

Si nos desplazamos hasta el municipio de Sallent de Gállego, entre sus calles y el río Aguas encontraos el Puente de Paco, por donde antiguamente cruzaba el Camino Real y en su día daba acceso al barrio del Paco. Este puente medieval, de arco medio apuntado y vial de doble fue construido por el piquero Guipuzcuano Juan de Barrabica, alrededor de 1567, en sustitución del antiguo de madera.

Otro de los puentes que cuenta la historia de la comarca y guarda su aspecto inicial y actualmente está sin restaurar, es el puente que  salva el río Guarga en el cruce a Arraso, Grasa ,  Gésera y Yéspola.  Un puente construido en madera, y de el cuentan, que también fue un trampolín para los jóvenes de los pueblos, ya que que debajo había una badina de grandes dimensiones. Actualmente no se puede transitar por encima.

Este noviembre visita Alto Gállego