Gésera, desconocido y encantador

El Valle de la Guarguera está situado en la zona sur de  nuestra comarca y constituye una de las zonas más despobladas del Pirineo Aragonés, perteneciendo todos sus pueblos al municipio de Sabiñánigo. Se articula en torno al Río Guarga y se accede a él desde el desvío de la N-330 anterior a la subida de Monrepós, por una carretera que llega hasta la localidad de Boltaña, en la vecina comarca de Sobrarbe.

El Río Guarga nace en Fuente de Las Cambras, cerca de Laguarta y desemboca en el Río Gállego. A su paso por el valle forma  preciosas y cristalinas pozas,  también llamadas gorgas, en las que se puede disfrutar de un estupendo baño natural en los meses estivales o contemplar la naturaleza salvaje que rodea esta cuenca.

¿Sabéis que a principio del siglo XX vivían 1.300 personas en este valle? Hemos encontrado por Youtube este vídeo que nos cuenta su historia.

Y ahora que sabemos un poco más de la historia de este cautivador valle, nos gustaría contaros que hemos estado en Gésera, un pueblo que engancha al visitante porque cada rincón nos traslada a una época  anterior de la historia, en la que la vida aquí no debió ser fácil pero también en la que sin duda, sus habitantes gozaron y gozan de un paraje único en la provincia de Huesca en el que se respira tranquilidad y sosiego y en el que solo con pisar esta tierra se puede disfrutar de la aventura de estar en medio de un  paraje exuberante que derrocha serenidad por todos sus recodos y en donde cada visitante se funde con la naturaleza hasta el punto de sentir beneficios muy positivos en su interior.

Al llegar aquí llama la atención que es un pueblo grandote, con bellas muestras de arquitectura popular en sus construcciones, espectaculares chamineras, portadas, ventanas y muchos pajares o bordas típicas de esta zona del Pirineo. Así que ya sólo el pasear por sus calles nos enseñará mucho sobre sus antiguos pobladores.

Gésera

Gésera

Gésera

Una de las cosas que más interés despierta en Gésera y que debéis visitar sí o sí, son sus “Tumbas antropomorfas”, muy similares a las de Lasieso, de las que os hablamos en un post anterior y que son vestigios funerarios de época medieval muy curiosos de ver. Este conjunto consta de decenas de tumbas que aparecieron en el exterior de la iglesia y también en el en interior de “Casa Tejedor” que es la que se encuentra junto a la misma. El conjunto fue excavado en los años 80 por Maria Asunción Bielsa con la ayuda de la Asociación Amigos de Serrablo.

Tumbas antropomorfas de Gésera

Una vez visto el pueblo y sus curiosas tumbas antropomorfas no debéis  abandonar Gésera sin haber dado un paseo por algunos de los senderos y parajes que le rodean donde se activarán todos vuestros sentidos disfrutando de los aromas naturales, de los sonidos de las aves y de la serenidad que regala este lugar.

Las vistas son sensacionales hacia Los Pirineos y  pueblos que rodean este entorno que, de paso os recomendamos visitar si tenéis ganas de salir de lo convencional y liberar estrés.

Estamos seguros que no olvidaréis esta tierra y que os picará el gusanillo de seguir investigando e indagando sobre estas poblaciones tan especiales.

 

 

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