Pasado un único y maravilloso mes de las flores, entra junio, mes de romerías en el Alto Gállego. El calendario comarcal recoge la tradición, las culturas y costumbres, celebraciones religiosas y populares esenciales para los pueblos.

Santa Elena se viste de gala el  5 de junio para recibir las cruces de Biescas, Senegüé, Piedrafita de Jaca, Barbenuta, Espierre, Escarrilla, Gavín, Arguisal, Polituara, Escuer, Sandiniés, Aso de Sobremonte, Oliván, Berbusa, Sallent de Gállego, Hoz de Jaca, Lanuza, El Pueyo de Jaca, Ainielle, Orós Bajo, Yosa de Sobremonte, Panticosa, Lárrede, Aurín, Búbal, Betés, Susín, Yésero, Orós Alto, Tramacastilla, Casbas de Jaca, Saqués y Javierre del Obispo. Un total, 35 cruces con sus correspondientes cruceros.

El día 6, se celebra la Romeria a la Virgen de la Collada desde Senegüé localizada en un altozano de la morrena terminal del Glaciar de Tena.

La Romeria a la Virgen de los ríos, el día 11 reúne a los pueblos de Aquilué, Javierrelatre, Caldearenas, Estallo, Serué, San Vicente, y Latre. La leyenda cuenta que allí murió, en época indeterminada y de forma violenta, “Fernando” de casa Chaime de Latre. Desde ese momento, cuando se subía al Santuario o a la Sierra de Presín, los habitantes depositaban una piedra.

El día 12, la Romería a la Virgen de Ubieto; su nombre se debe al antiguo pueblo hoy desaparecido. Aquí peregrinaban los pueblos de Orna, Artaso, Sieso y Latras. Como curiosidad en la puerta de la ermita hay un roble del cual cada 25 años se subastaba una poda de el y eso valía para el mantenimiento de la ermita.

El mismo día los vecinos de Layés, Lerés, Jabarrella, Lasieso, Lanave, Atós, Arasilla, Lerés de Fanlo e Ipiés celebran la Romeria de Nuestra Señora del Solano. Cuentan que un vecino de Layés, vio

la imagen de la virgen cerca de esta población. El señor del castillo de Lerés, enterado del hecho, quiso llevar la talla a su propiedad, pero le fue imposible pese a la cantidad de hombres que tiraron. Se entendió que el deseo de la virgen era recibir culto en Layés. Además en 1685, hubo una plaga de langosta asolaba la comarca, los vecinos de Jabarrella, Ipiés y Lasieso decidieron hacer una romería y una procesión con la imagen de la Virgen del Solano. El caso es que el insecto desapareció y allí surgió el voto.

El 13 Biescas y Hoz de Jaca se unen en la Romería de Santa Elena por San Anton de Padua. Dicen que santa Elena pasó por estas tierras huyendo de unos perseguidores y entrando en el Valle de Tena vio una cueva y se escondió. Una araña tejió una tela en la entrada del escondrijo, logró salvarse al despistar a sus perseguidores. Donde la araña tejió, Elena no entró, dijeron. Se dice que el castillo que su hijo Constantino mandó construir en la zona recibió el nombre de Santa Elena. Siglos más tarde se levantó la ermita en recuerdo de la santa.