Nos movemos ahora por zona de alta montaña en busca de aves exclusivas del Pirineo y del Cantábrico, aves emblemáticas que son cada primavera buscadas concienzudamente por ornitólogos procedentes de Gran Bretaña, Bélgica o Estados Unidos.
Accedemos en vehículo hasta el embalse de la Sarra a 4 kilómetros de Sallent, desde aquí tomamos el sendero que se dirige hacia el ibón Respomuso parte de la GR11, Gran Ruta transpirenaica que cruza el Pirineo de este a oeste. Esta ruta discurre por zonas que requieren buena forma física ya que se trata de un medio no exento de riesgos.
El recorrido es de 3 horas de duración aproximadamente. No es recomendable hacerlo cuando hay nieve ya que existe un elevado riesgo de aludes en la zona. Son los meses de julio y agosto los más seguros.
El sendero comienza en suave ascensión por el llano de Tornadizas acompañando al río Aguas Limpias, prados, bosquetes y río conforman un paisaje espectacular.
Llegamos a un bosque de hayas en el que nos fijaremos bien en los árboles y podremos ver unos enormes agujeros a media altura, agujeros hechos por el pico de uno de los pájaros carpinteros más escasos, se trata del Pito Negro, estas oquedades son los nidos.
Tras el bosque pasaremos por el Paso del Onso, impresionante desfiladero que nos muestra la fuerza del río que ha excavado a lo largo de los tiempos formando un angosto barranco. Y pasado este estrecho llegaremos a Chano Cheto donde el paisaje se abre y nos permitirá observar a la Collalba Gris, pequeño pájaro grisáceo que sube a estas alturas en verano.
Un poco después saldremos al reino de las rocas, donde la subida es más pronunciada, por aquí vuela el Roquero Rojo, precioso pájaro de colores rojo y azul.
Nuestro recorrido finaliza en el Ibón de Respomuso, lago de montaña de origen glaciar rodeado por el circo de Piedrafita en un impresionante paisaje de alta montaña.
Por aquí vuela el Quebrantahuesos o el Águila Real, en las rocas vive uno de los pájaros más especiales y difíciles de encontrar, el Treparriscos, llamado también pájaro mariposa ya que posee unas alas redondeadas de color rosa y negro, merece la pena dedicar un tiempo a buscar con los prismáticos entre las paredes, quizá seamos afortunados y podamos verlo.