Como dijo Vincent Van Gogh: “Si realmente amas la naturaleza, encontrarás la belleza en todas partes”. Y qué razón tenía porque cualquier instante en el Alto Gállego es mágico, especial y realmente bonito. Cuando uno descubre nuestro territorio se da cuenta de la singularidad de este lugar, por la inmensidad de los paisajes, la vida que tienen nuestros bosques y la variedad de especies que los habitan, las flores y sus mil formas y colores… Somos conscientes de que si algo nos distingue de otras zonas, es la cantidad de sensaciones y emociones positivas que genera este rincón del Pirineo en todos nuestros visitantes y como no, en nosotros, sus habitantes.
Somos afortunados de vivir aquí y por eso, valoramos mucho todo lo que tenemos y disfrutamos viendo como quienes nos eligen para sus vacaciones o escapadas se lo pasan en grande mientras viven nuevas experiencias en unos paisajes de ensueño.
En el Alto Gállego podemos encontrar rincones de cuento, de esos que al verlos, además de provocarnos ese efecto Wow!, nos generan una gran sonrisa y nos hacen buscar rápidamente nuestras cámaras de fotos o móviles para inmortalizar ese momento que estamos viviendo. Paisajes y entornos que nos recuerdan a las películas de Walt Disney y que existen, algunos de ellos aquí, en el Alto Gállego.
Hoy, queremos enseñaros uno de esos rincones al que podéis llegar caminando más o menos en una hora y media desde el Balneario de Panticosa. Nos referimos a los Ibones de Ordicuso, también llamados Ibones de las Ranas, si vais, entenderéis porqué.
Es una excursión entretenida que podéis hacer con niños, eso sí, que estén acostumbrados a caminar, pues es necesario salvar un desnivel de 490 metros. Podéis aparcar en las inmediaciones del Ibón de Baños, en el Balneario de Panticosa y andar hacia la Cascada de Agualas, que es la primera parada que debéis hacer para sentir el frescor del agua antes de comenzar la subida. Desde la cascada caminaréis hasta la Fuente de la Laguna y a partir de allí, comienza el sendero que asciende hacia los Ibones. El primer tramo es el más duro pero las vistas son excelentes, así que parad y disfrutad del entorno.
Tras unos 45 minutos de ascensión llegaréis a una zona más llana y boscosa donde salen dos caminos, el que os llevará a los Ibones de Ordicuso y otro que va hacia los Ibones de Arnales y a los Picos Garmo Negro y Argualas. Continuad hacia Ordicuso y mirad bien a vuestro alrededor, es probable que algún sarrio os esté vigilando.
Durante este trozo debéis continuar caminando junto al torrente de agua que deberéis cruzar para seguir por el sendero marcado que os llevará finalmente a vuestro destino. Conforme se va ascendiendo, las vistas hacia los picos que rodean el Balneario de Panticosa son excelentes. En unos 25 minutos más o menos de subida llegaréis a un lugar que difícilmente olvidaréis, ¡Los Ibones de Ordicuso, una auténtica maravilla!.
Una vez allí, ¡abrid vuestros sentidos y disfrutad!. Podéis observar las aves surcando el cielo, ver las flores brotar, olfatear, sentir la naturaleza, conectar con ella… Es un lugar mágico, un rincón muy especial. ¡¡Os invitamos a descubrirlo!!.