Pueblos con Memoria

Ainielle

La provincia de Huesca tiene el dudoso honor de ser la provincia española con mayor número de pueblos deshabitados. Razones varias causaron la despoblación, construcción de embalses como en el caso de Búbal o Saqués, pero principalmente la emigración a ciudades o pueblos más grandes durante los años 60 y 70 cuando las condiciones de vida en estos lugares eran realmente duras y la ciudad ofrecía trabajo y porvenir.

Una ruta por la memoria, una sensación de viajar al pasado, lugares donde parece que el tiempo se detuvo, donde la naturaleza ya sin domesticar ha tomado posesión de casas y caminos y ofrece un aspecto salvaje.

Y también ejemplos de recuperación, pueblos de nuevo habitados, donde vuelven a jugar niños en sus calles, donde se recuperan fiestas e iglesias. Lanuza, junto al embalse de su mismo nombre, cuya construcción forzó la expropiación y expulsión de sus habitantes, fue hace unos años objeto de recuperación por sus vecinos que comenzaron rehabilitando su iglesia y posteriormente cuando las tierras fueron revertidas a los antiguos pobladores, recuperando casa, plazas y fiestas, hoy es un pueblo en el que ha regresado la vida y varias familias viven allí durante todo el año. O Ibort, en las cercanías de Sabiñanigo, reconstruido por una asociación y habitado regularmente desde hace unos años con un proyecto de desarrollo sostenible y social ejemplar.

Fotografia: Ainielle