El Turismo Slow es una nueva tendencia turística que cada vez tiene más adeptos. Se trata de realizar un turismo lento, creador de experiencias positivas en donde dejamos de ir acelerados para disfrutar de las pequeñas cosas de manera profunda. Esta modalidad turística tiene muchos beneficios tanto físicos como psicológicos.
Este nuevo sector emergente viene del movimiento Slow, una corriente impulsada por Carlo Petrini, un italiano periodista, sociólogo y amante de la gastronomía que desde 1986 ha intentado combatir a los restaurantes de comida rápida, conocidos como “Fast Food”. Carlo es el fundador del movimiento internacional “Slow Food”.
Poco a poco, en otros ámbitos o sectores se han ido acogiendo a este movimiento y se ha convertido en una corriente universal de conducta. Esta tendencia busca ir en contra de las agujas del reloj y de la vida acelerada.
Los turistas slow buscan una forma de viajar relajada en contacto directo con la naturaleza y con la gente local, son personas que apuestan por la tranquilidad y huyen de lugares masificados.
Por esta razón, estamos seguros que este mes es una maravilla para esos viajeros slow que quieren descubrir el Pirineo. Es temporada baja, hay pocos turistas, los bosques están preciosos, todos los agentes turísticos están más relajados, los restaurantes sin esperas, los atardeceres son espectaculares, las noches estrelladas, los primeros copos caen lentamente y podéis acercaros a las costumbres locales y así interactúar con las personas que viven en el territorio.
Este es un tipo de turismo muy interesante para nuestra comarca y para todo el territorio aragonés ya que sin ninguna duda el medio rural está totalmente integrado en esta filosofía. Algunas zonas y sectores de la comunidad ya han comenzado a trabajar en esta nueva modalidad ofreciendo diferentes experiencias diferenciales y únicas para estos viajeros.
¡Desde el Alto Gállego os invitamos a descubrir nuestra comarca este mes de noviembre y practicar esta nueva tendencia slow!